Y bueno, llego la fecha de la defensa, toda la gente esperando, las amistades claro, ya que mi familia no pudo presentarse, ya que no pudieron efectuar viaje desde la lejana palestina (así es llamada la zona oriental en Cuba) hacia La Habana.





Ya era hora de la defensa y aún faltaba uno del tribunal, como siempre, que no me puede pasar a mi para ponerle la tapa al pomo, pero bueno todo se resolvió, pues pusieron como suplente a un profesor que se encontraba en el salón (el cual ellos no sabían, pero era conocido mio, así que no fue tan mala la suerte después de todo, jeje).



Y entonces comenzó la presentación, la cual para suerte nuestra transcurrió sin más contratiempos, y que a pesar del nerviosismo supimos defender para al final recibir el tan merecido aplauso después de tantos meses de insomnio y la felicitacion de nuestras amistades y familiares (ah no, sino no fueron, es verdad, jeje).













Pero para mayor satisfacción nuestra, cuando llegamos al cuarto nos encontramos con la sorpresa de que los padres de Annia y Pernia nos habían preparado a todos una fiesta, con cake y todo, quien lo diría.